martes, 30 de octubre de 2007

¿ PADRAZOS ?


Hace unos años, quince para ser más exactos; iba paseando con Antonio, por Valencia a la 01:50 h. De un sábado cualquiera del mes de enero.
Cruzamos la calle Colón y nos adentramos en Don Juan de Austria; paseando al centro. Cuando llegamos a la altura de la cafetería Austria 7, veo en una esquina, a una niña de unos cinco ó seis años. Don Juan de Austria, es una de las calles peatonales, céntricas e importantes de Valencia.
Me acerco, me agacho y veo a una niña asustadiza con unos ojos negros preciosos. Me da la mano; al tiempo que le pregunto ¿ te has perdido ?; y, ¿ los papas ? .- la niña, me señala la cafetería, antes citada; en ese momento, cuando me giro donde María, me señalaba sale un grupo de chicos treintañeros; y uno de ellos, con un gin-tonic en la mano y con la otra alzándola, al grito tranquilo, no pasa nada, es mi hija me levanto y le fulmino al supuesto padre con la mirada; le abronco, diciéndole... ese no es modo de cuidar y proteger a una hija.
Uno de los amigos, coge a la pequeña, de los brazos de Antonio, mientras a modo de disculpa, da a entender, que la pequeña María se les había escapado de una manera inocente... ha sido culpa de todos, no nos hemos dado cuenta que había salido, en un pequeño descuido. Me pareció una disculpa, para salir al paso, pues se dieron cuenta, de lo grave de su comportamiento y lo que podría haber pasado; y gracias a Dios, no paso.
Mientras, yo me cebo, con el principal culpable...el padre; esté, sin soltar la bebida y con una sonrisa entre avergonzado y con una cogorza encima, me baja la mirada y sin decirme nada, se acerca a la pequeña María.
Cuando nos alejamos, soy yo quién recibe una reprimenda por parte de Antonio... Juan, esto, tu, no lo puedes hacer aunque tengas razón; que la tienes. Pero, has olvidado un pequeño detalle, no es tu hija, y porque ha visto que ha hecho mal; pero si hubiera querido, te podría haber contestado, que tu no eres nadie; para decirle, como debe de criar a su hija y con todo el derecho del mundo, te podía haber replicado. Puede que tenga razón; pero no puedo con las injusticias y con los egoístas.
Seguramente, sería un padre separado; pues en mi mente, no cabe, que una madre deje a su hija en la calle de madrugada, en una noche del sábado cualquiera del mes de enero. Dudo, que una madre actúe con tanta frivolidad y tanta irresponsabilidad.
Mi acompañante, me indica... ¿ que vas hacer ?, mientras, yo no pensaba en nada. Solo pensaba, en la pequeña María; el frío que debió pasar. Todo lo contrario, que el gran padrazo y sus amigotes; estaban de fiestecilla improvisada. Por mi mente, pasaban muchas cosas y ninguna buena.
Me hacia muchas preguntas, lógicamente, sin respuestas... si ha sido hombre en la cama, ¿ porque ahora, no asume sus responsabilidades ?; pienso, que cuando traes algo tan hermoso como un hijo; fruto del amor con tu chica, debes de cuidarle, quererle y hacerle la vida más fácil. Y, enseñarle, todo lo que tu aprendisteis de tus padres y de tus experiencias personales. Y, estar junto a ellos, cuando te necesiten. Que ellos piensen, que además de ser su padre, eres su amigo.
Hoy en día, hay muchos padres, que son padres, solo en el nombre. Creo que no soy padre; ósea, que lo que pienso, igual no estoy en lo cierto cuando se tiene hijos, uno se debe sacrificar muchas cosas; pues necesitan toda la atención que puedan tener. Pero, cuando eres separado; piensas que te has liberado de todas tus obligaciones de padre. Sin embargo, es al revés, tienes muchas más obligaciones; pues debes, de explicar a tus hijos, con su lenguaje que ellos puedan entender; que tanto él como su madre, lo seguirán queriendo igual ó mas.
Y, delante de los peques, darles a entender, que sus padres, son unos buenos padres, a pesar de estar separados y que se llevan bien entre los dos, por el bien de sus hijos. No soy padre, posiblemente, piense así, porque soy un niñero... jugaría con ellos, me tiraría al suelo. En fin, es lo que yo haría, igual estoy equivocado.
Cuando paso por la esquina de la calle, donde las valencianas y las que no son valencianas se vuelven locas por la cantidad de boutiques que hay, me viene a la mente, la pequeña María.
Ahora; María, tendrá unos 21 ó 22 años. Espero de que el padre..., se halla frotado los ojos recriminándose y preguntándose ¿ pero que hago ?, ¿ que educación, le estoy dando a mi hija ?. Pero, en fin, es lo que pienso, yo. Igual estoy equivocado. Es mi opinión. Una reflexión, que me hago, nada más.

2 comentarios:

MeRCHe dijo...

No te creas que los padres de antes eran mucho mejores... no hablo en primera persona ya que mis padres han sido y son unos seres maravillosos, pero hemos pasado del autoritarismo de los padres de antaño, que no dejaban a los hijos salirse de las normas prefijadas a rajatabla, a una especie de pasotismo en el que luego justifican todo en base a dejarles hacer a los hijos lo que les da la gana y así luego son personas con responsabilidad cero.

En fin es un tema complejo porque el tema de los hijos nos toca muy adentro.


bEsitos

Conxa dijo...

Por partes, es cierto que hay padres y MADRES, que no saben serlo. Yo he visto a madres haciendose la copa,mientras el niño esperaba en el bancalet del bar.
Y también he visto padres separados y con la custodia de los hijos ejerciendo como se debe.
Y recuerdo a mi amiga encarnita, hace 30 años, ir al caer la noche a llamar a su padre borracho al bar.
Hay de todo, como siempre, lo grave es que afecta a niños.