miércoles, 9 de diciembre de 2009

VIAJE A LA VILLA: 3. BUSCANDO A PUÑONRROSTRO DESESPERADAMENTE

Estaba tumbado en la cama placidamente cuando sueño que está en la bañera del hotel Julia Roberts y yo hacia de Ricardo Gere. ¡ Que sueño tan bonito y tan que real !. Cuando me levanto medio dormido siguiendo la melodía en cuestión y en busca de la Roberts me doy un golpe en la pata de la cama y veo que no era real lo que ocurría en mi mente retorcida. Maldito sueño, ni bañera, ni la Roberts en la bañera. Una ducha y gracias, pero seguía escuchando la melodía.

Cuando vuelvo persona -rara vez ocurre semejante actitud-, me dirijo con malas pulgas hacia el móvil; y sí, era el maldito móvil que me avisaba para tomarme la pastilla de la tensión. Y, el muy desgraciado -el móvil- me despierta a las 08:45 h. y eso que le dije que me dejara dormir un par de horitas más pues me acostaba a las 04:00 h., y me dormía cincuenta minutos después. Total, ya que estaba despierto me doy por vencido.

Quitó del precinto la pastillita del domingo con tan mala suerte que se me resbala y se cae al suelo y rueda -bueno tampoco rueda, va por los suelos a saltitos-. Después de recuperarla y tragármela sin compasión alguna, dejó la Room -para el que no sea políglota y no sepa inglés, significa habitación-, pido que me guarden la bolsa de viaje y me voy a la cafetería concentrado en buscar PÚÑONRROSTRO pido un café con leche y un donut -más que nada para que me salga un día redondo- término y salgo con valor, con valentía a la jungla del asfalto.

Un asfalto de categoría, pues era un asfalto de una capital europea. Eso sí con socavones. Pero no uno, ni dos, ni tres; contando a ojo del buen cubero unos tropo cientos millones a lo largo de la gran urbe; gran, comparándola con Tabúencapueblo maravilloso en la provincia de Zaragoza de unos 200 habitantes y de donde desciendo por parte de abuela materna- cosa que la gran urbe, no llega ni a ser Pueblo y se quedó estancada en Villa. ¡Y, menuda Villa!. No abra otra igual a lo largo y ancho de Castilla.
Pero volvamos a mi búsqueda que me pierdo. Voy por la avenida Florida, pero no había nada florido. Cojo en la estación del canario que es un Príncipe y bajo en la plaza de la II de las Isabeles -cojo el metro, no una borrachera como la de la noche pasada- y me dirijo a dos personas que iban uniformados como sí fueran de un colegio de pago.

Pero no, no eran alumnos del colegio de narras. Eran dos policías municipales que estaban en la calle arenal y no tiene nada que ver esa calle con las playas paradisíacas de la costa española.

Me acercó debidamente y pregunto... ¿ Por favor, la calle Puñonrrostro ? A lo que me contestan ¿ eh ?, ¿ esa calle existe ?, pues sí señor esa calle era en la edad media lo que es hoy el Paseo de la Castellana, donde vivían los grandes ministros del reino. Por lo menos el más importante. Que no significa que sea el más honesto. Como en la actualidad políticos que van al son que más baila con tal de estar en la poltrona.

Pero siguen sin estar convencido ante la magistral lección de historia que le he dado. ¿ Señor Nauj, no habrá cambiado de nombre la calle ?, pues no; no ha cambiado de nombre. Por cierto, ¿ como sabe usted mi nombre ?, a lo que me responde leo su blog y lo sigo aunque nunca escrito comentario alguno. Mis favoritos es cuando se encontró con El espontáneo, después de 30 años sin verse me sigue contando entusiasmadamente no recuerdo como se llamaba LOS HERMANOS, no lo recuerdo MALA-GAITÁ le respondo y me repite... eso LOS HERMANOS MALA-GAITÁ. ¿ De verdad que conoce a Tóni Cantó ?, ¿ le podía pedir un autógrafo ?, es para mi madre, le gusta mucho que buen hijo piensa en su madre; pienso para mi.

Mire, antes de nada voy a mirar en el callejero Puñonrrostro que creo que no existe. ¡ Coño, pues sí existe !. Mire, bajé por la calle mayor y no me seas borde que no es mayor la calle sino que se llama así. Baja hasta la plaza de la Villa y una de la boca-calle es sentencia.

Y, después de darle un autógrafo a el y su compañera y ¡ menuda compañera !, me dejaría detener por la compañera. Me alejo en la dirección indicada. Caminando veo una perfumería que se llama Marionnaud donde la chica de mis sueños está en una foto publicitaria indicándome la dirección correcta. ¡ Ay !, que bonita está mi Demetria más conocida por Demi Moore. Llegó a la plaza de la Villa.

Pregunto a un barman torero, no lo sabe, pregunto a un policía, piensa que le hablo en chino. Mira veo a un idem... Pues mile, como complelela yo no soy madlileño, así que poco le puedo ayudal. Aunque esa calle en concleto se donde está. Tenga cuidado con los coltes de manga y los codos. Pero, ¡ fíjate tú ! un madrileño no sabe donde esta ciertas calles de su tierra ni sabe ubicarlas y el chino sí. Imagino que será porque a tener los ojos tan estreñidos se da mas cuenta de las cosas y como lo copian todo este querrá copiar la historia de mayor esplendor de España. Le doy las gracias al chino sin comprender eso de que tenga cuidado con los cortes de manga y los codos.

Empiezo a comprender que los madrileños no saben ni buscar el esplendor de una calle que lo fue allá en la Edad Media. ¿ Conocerán la historia de Madrid ? Achis -discúlpenme, pero cada vez que digo u oigo el nombre de la capital, me recuerda a un equipo galáctico y me entra la alergia- por eso la nombró con otros adjetivos que también se le reconoce a la capital.

Empiezo a dar vueltas por la Plaza del Condón -pero no veo ninguno- y cuando giro una esquina veo Calle Puñonrrostro. Mi primer grito... ¡ Yujuuuu !, la gente me mira como sí estuviera loco. Ahora falta encontrar la placa donde ponía AQUÍ VIVIÓ HASTA SU CAUTIVERIO ANTONIO PÉREZ.

Entró en la Basílica Pontificia de San Miguel, me atiende una Dama encantadora que atiende al nombre de Amparo -ya sabía que teniendo nombre valenciano tenía que ser amable, cariñosa y servicial con los no nativos- ... Pues sí, se que está por aquí, lo que no se sí su casa era está de enfrente o en la que estamos, realmente no lo se, es lo que oigo a las guías de los grupos de turistas. Y, le respondo... No se preocupe voy a seguir dando vueltas como una peonza.

Busco por las paredes de dicha calle, pregunto a un vecino, no sabe, pregunto a un repartidor, tampoco sabe, entró a una especie de Iglesia, me miran con cara rara por perturbar sus votos de silencio y rezos. Sigo por la calle. Y un rubio, rudo y robusto con la cabeza cuadrada me suelta porrrr favor ¿ usterrr buscar la placarr de ministro Von traidor Antonio Pérrrez ?si- le contesto usted entonces equivocado estarrr detrás de la Cancillería eclesiástica que entrró usted antes me indica. Lo dicho, no hace falta que os diga de que nacionalidad es; pero ningún madrileño supo decirme donde estaba ubicada la calle y eso que estaba a la vuelta de la equina de donde pregunte; después, de haberlo hecho en la Calle Arenal.

Empiezo a comprender la indicación del chino con el asunto del corte de manga y los codos. Veo que en todas las ventanas hay vecinos sacándome el codo donde la mano del otro codo esta puesta en medio del primer codo entre codos anda el juego mientras dobla el brazo. Empiezo a comprender que igual se han enterado que soy aficionado del glorioso y mejor club de fútbol del mundo –aunque todos los años nos dejemos por el camino las copas- Valencia C. F. y tampoco es que me tengan manía, ni odio, simplemente la calle se llama Calle del Codo, porque tiene la forma de un codo.

Vuelvo a la Plaza de la Villa, entró en Puñonrrostro, no sin antes haber dejado atrás la plaza del Condón, digo del Cordón... Vale, me equivocado la n por la r tampoco es para ponerse así.

Vuelvo a la calle del condón -oiga no le han dicho antes en las anteriores líneas que no es condón sino cordón-. Qué se cree que estamos los de Madrid ... A chis -Jesús- pues como le decía, que los de Madrid... Achis -Jesús, ¿ está usted costipado, no ? A lo que le respondo... No verá resul... Bueno nada, cosas mías mientras pienso... No vaya a ser este señor del equipo de los galácticos y me saqué el bate de béisbol y quiera golpear con mi cocorota. Pues lo dicho se llama, Cordón, Cordón me protesta este ciudadano de la Villa.

Veo dos placas en la plaza, me acercó pero mi gozo en un pozo, uno es de una persona que curso magisterio y el otro vaya usted a saber. Me doy la vuelta a mí mismo y... ¡ Ohhh !, está ahí enfrente y la placa está en forma de rombo. Vuelvo a chillar... ¡ Yujuuuu !, salgo corriendo hacia la conserja Amparo, salta de alegría y me dice que le diga donde está ubicado.


Le doy las gracias y le digo mi nombre del blog. Entró en la plaza de la Villa y el policía viene y me comenta -¿ la ha encontrado ?,- mientras le señalo su ubicación.

El barman torero también salta a mi encuentro y me pide donde está el tal Antonio Pérez, le digo que es un personaje de la Edad Media, -da igual sí van todos, es porque algo darán- me contesta.

Diez minutos después de encontrar la placa giro mi cabeza atrás y veo una peregrinación en fila india hacia la placa no confundir con los aficionados del Atlético de Madrid. Veo a los polis del Arenal, al conserje del hotel donde estaba hospedado. También veo a la primera de las... Vale, Esperanza. También veo como buenos amiguitos de pupitre politiqueo de Gallardon, respetando fielmente la fila y no me refiero a las de Alcoy.

Cuando me alejo me dice un ciudadano... ¿ Está es la cola para ver la placa de Antonio Pérez ?, creo que ya hay veinte kilómetros de col... uy !, sí usted es Zerep Nauj, por favor me da usted un autógrafo, mira que somos los nativos de Madrid -Achis- Jesús, ¿ que esta constipado ? ay que cuidarse Sr. Zerep- no es que vera, resulta que estornu... ¿ de que equipo es usted ?- le pregunto Sr. Zerep que preguntas me hace, pues de cual voy a ser… del
Madrid claro mientras intuyo que va decir el equipo me tapono la nariz para no estornudar y me descubra el porque de los estornudos.

Me alejo con la meta cumplida de encontrar donde estuvo en su día la vivienda del político con más poder que tuvo la historia de España que luego resulto ser un traidor. Si ya lo escribió un madrileño ilustre de Alcalá¡ porque tengo la sensación que los españoles somos Quijotes !.

Me marcho de allí hacia la Puerta del Sol en busca del décimo que va a ser premiado para Navidad. ¡ Anda !, el nº es 07.515, la niña bonita. Si la capital anda sobrado de niñas bonitas no he visto ninguna que no lo sea.

Ahora me veré que están todos buscando el numerito.