jueves, 4 de octubre de 2007

MI RINCON


Son casi las siete de la tarde, y estoy; en mi rincón favorito de la capital del Turía... La Plaza de la Virgen; esta plaza, tiene que ver mucho con mi vida.
Aquí, de niño, quedaba con mis compañeros de trastadas, para hacerlas, por todo el entorno de dicha plaza. Donde yo, un día; sin saber él porque; bautice a la plaza, como la Plaza de las mujeres de moral distraída. Entonces, con doce años, no entendíamos, el significado de la fuente, que preside, mi rincón.
El significado, está sencillo que trata, el Neptuno, rodeado de siete valencianas desnudas a su alrededor, que representan a las siete acequias que riegan toda la huerta valenciana.
También en Fallas; solía venir en pasacalles, para rezar a nuestra patrona y nos pudiera bendecir aunque, algunos, tengámoslo en cuenta, no se lo merecen. A todas horas, la plaza está muy transitada; está a unos metros del casco antiguo... Ciutat Vella.
En está plaza de la Basílica, tal día como un 11 de agosto de 1968, mi madre, no pudo asistir a la boda de su hermana, pues estaba a punto de dar a luz, a la que sería mi gordí... mi hermana pequeña Silvia. Que nació sana y revolucionaria, al día siguiente. Por cierto, sigue siendo revolucionaria.
Veo a los pequeños como van detrás de las palomas, asustándolas y los padres detrás de los peques, corriendo, como el mismísimo Carl Lewis; mas tarde, estos mismos, renacuajos, van y les llevan con toda la inocencia de un niño comida para que las palomas, sé confíen. Las pobres palomas, no entienden como unos renacuajos que no levantan un palmo del suelo, les dan esos sustos y luego quiere reconciliarse con ellas, dándoles migajas.
En el mes de mayo y junio, se llena de ángeles, tomando la primera comunión. Algún que otro político y que no sirva de precedente no se quién, tubo la feliz idea de cerrar la plaza para el trafico y hacerla peatonal.
Es bonito ver a los peques correteando, las terrazas llenas y disfrutando de la gran temperatura y ambiente que gozamos en Valencia.
En una de las puertas del templo, veo a un agente-vendedor de la Once, vendiendo, a su alrededor, se ha formado una pequeña cola. En el pasado, seguro que la mencionada cola, era tan larga, que no se vería el final de la misma.
También recuerdo, en los últimos años de la década de los 70, como en un rincón de la plaza donde no quiero acordarme, vimos Calvo, Segura y yo, al primer presidente de la generalitat, después de la dictadura que tuvieron nuestros padres... José Luis Albiñana. No hubiera tenido importancia, sino hubiera sido por los guardaespaldas que llevaba detrás; parecían Starsky & Hutch era patéticos, como le vigilaban, parecía, que estaban más mostrándose al público, que la vigilancia a su cliente. Querían emular a los detectives de la serie que estaba de moda en aquellos años.
Es también, uno de los lugares favoritos de los novios, para casarse, aquí en la Basílica, no hay un fin de semana del año, que no haya tres ó cuatro parejas, casándose en la casa de nuestra patrona. El otro día, cuando entre a la Basílica, me fije, que ya no hay fines de semana libres, para poder casarse. Ya están guardando y reservando días, a partir del 2009. Yo, cada vez que cruzo la plaza, es costumbre desde pequeño, entrar dentro de la casa de La Cheperudeta.
Si para mí, el Barrio del Carmen es el pulmón de la Valencia antigua ó Ciutat Vella; la plaza de la Virgen, es el corazón de la capital antigua, presente y futura.
Pienso que es como para los granadinos, La Alhambra; para los zaragozanos, la plaza del Pilar ó para los cordobeses, la Mezquita. Nuestra plaza de la Virgen es, nuestro corazón, donde afloran nuestros sentimientos y nuestras creencias; y por supuesto, nuestra historia.
Suele ser una plaza con muchos turistas de muchas nacionalidades... alemanes, italianos, ingleses, etc., pero sobre todo, muchos japoneses, es como una plaga, salen hasta de los arbellones. Se les distinguen, aparte por sus ojos estreñidos, todos van detrás de un guía, que llevan su banderita de su país. ¡ Ah !, y tienen cara de turistas.
En las escalinatas que dan acceso a la entrada, veo a una novia posando en una sesión fotográfica; se le acerca un vendedor ambulante de flores, y le regala una Rosa a la novia. Mientras, el novio, ve atónito la escena. La novia, se gira con una sonrisa maliciosa y cariñosa a la vez, le hace una pequeña burla a su futuro marido.
Que bonita esta la plaza, con murmullo ó con silencio, que bonita estás. Aquí, me encuentro bien y relajado.
¿ Me entendéis ?.

1 comentario:

EGOSTEIN dijo...

Cuando vives en una ciudad de 20 millones de habitantes, estas estampas parecen cosas de otro mundo. Me gustaría un día ver mi ciudad con los ojos de paz con los que tú vez a la tuya