SYDNEY POLLACK

Corría el año 1980, estaba en Madrid; era un sábado, del mes de diciembre. Ya, que aquél fin de semana del mes, se celebraba la jornada liguera de balonmano para disminuidos físicos. Jugábamos contra los anfitriones del CLUMAN de Madrid y nosotros, eramos el CLUDEVAM.

Estábamos en una chacurtería, tomando un tapeo. Como era el más joven de todos, era un blanco fácil de las bromas de mis compañeros. Hasta que me enfade y me fui, dejandolos con un palmo de narices. No sin antes confiscarles, los tropezones de jamón serrano, que me chillaban QUIERO IRME CONTIGO, NO ME DEJES CON ESTOS GAMBERROS Y CAVERNICOLAS.

Cuando salí, no antes de decirle al mister, que iba a dar una vuelta por el Madrid de los Austrias. Salí del Alejandro VI hotel y cuando giré la esquina, entrando el la famosa Gran Vía madrileña, vi en la acera de frente, una sala de cine con un cartel de grandes dimensiones que cubría todo el edificio.

El cartel representaba al actor que protagonizaba la película; a su izquierda, estaba otro cartel; con las mismas dimensiones que el anterior, representando, el mismo actor irreconocible.

Mi curiosidad, me empujó a comprar el ticket de la película, recuerdo que era numerada. La sala, estaba llena. Después, de casi dos horas de proyección, puedo decir, que es una de mis películas favoritas de todos los tiempos.

El director-productor, supo plasmar con maestría, el concepto de la AMISTAD y AMOR; y, el afán de una persona que está parado, lo que podría llegar hacer, para encontrar trabajo. Todo, con un toque de humor. La película se convirtió en una obra maestra, que sólo está a la altura de muy pocos directores. La canción, es para mí, una pequeña joya, que está en un grupo reducido de las melodías más románticas que se han escrito nunca.

Fuera de está pequeña joya, también tocó, un tema bastante controvertido, como lo fué y lo es la política con películas como LOS TRES DÍAS DEL CÓNDOR y TAL COMO ÉRAMOS, aunque está última resaltaba más el amor de l os protagonistas que otra cosa. Ya, que ella era una revolucionaria, que quería cambiar el mundo, de las cosas que estaban mal hechas, y él, era un conservador, que pregonaba, que el mundo, no lo puedes cambiar; es el mundo, quién te cambia.

Otra, historia de amor, y verídica, pues ocurrió a principios del siglo XX, fue la historia de amor, entre un mujer danesa de la alta nobleza y tú simple aviador. Está historia se desarrollaba en el continente africano, la película en cuestión era... MEMORIAS DE AFRICA. Ahí, el Señor Pollack, nos dice que el amor, no conoce culturas, mi estatus sociales, etc. También al igual que sus otras películas, las bandas sonoras, es digna de admiración.

Sydney Pollack, fue un director metículoso, perfeccionista, al estilo de los grandes directores de la época dorada. Nunca, participó como actor en ninguna de sus películas; salvo, en Tootsie, ¿ la razón ?, cuenta la leyenda que era las cantidades de broncas que tenía en los rodajes con el protagonista, y que luego acaban en risas, que no dudo en poner las escenas y reírse de ellos mismos. Es más, cuando las escenas, están ellos, se les vé, siempre discutiendo.

También tocó el trailer, con la película La tapadera con Gene Hackman y Tom Cruise. Pero, la película que me marco y me empujó amar el cine, fue la del cartel de grandes dimensiones en la Gran Vía madrileña... TOOTSIE. Es más con permiso de Cary Grant y Katharine Hepburn; y del director Frank Caprá. En está película se han juntado Dustin Hoffman y Jessica Lange; y el protagonista de este bloger, el director Sydney Pollack; convirtiéndose en mis favoritos actuales. Por cierto, en está película, el protagonista de este blog, le dio la primera oportunidad a una jovencilla actriz, que luego hizo furor en un célebre film, junto con su compañera de reparto, Susan Sarandon. La actriz en custestión era... Geena Davis.

Su actor fetiche fue su gran amigo Robert Rédford. Ya, que participó en ocho películas suyas, aunque a principios de los años de la década de los 80, se distanció, por culpa de un film como era Gente Corriente. El actor compró a última hora los derechos del libro, cuando ya se estaba últimamen que el Señor Pollack, iba a ser el director de la nueva película.

No obstante, eso no fue impedimento, para llamarlo cinco años más tarde y ofrecerle ser el protagonista de la que luego iba a ser una de las películas más románticas de la historia del séptimo arte... MEMORIAS DE AFRICA. Donde en 1986, fue la película ganadora de los oscar, llevándose, el Señor Pollack, varios oscar como lo fue al mejor director y a la mejor película, que como productor volvió a subir al estrado para que fuera entregado su trofeo.

Últimamente, no le gustaba los proyectos que le ofrecían, prefería quedarse en casa o participar como actor en las películas de su gran amigo Woody Allen o en algún cameó. También produjo películas, y la última fue Michael Clayton con el actor de moda del momento... GEORGE CLONNEY.

Cuando, el 26 de mayo, me levante y oí, en la tv, un pasaje de la película protagonizada por Meryl Streep, intui, que algo había pasado, y no era ninguna publicidad sobre la película.

Por la tarde, mientras trabajaba, oyendo la radio, escuché la noticia... Sydney Pollack, el famoso director de películas tan célebres como Tootsie, Memorias de Africa, Danzad danzad malditos, Tal como éramos ha fallecido en su casa de California a la edad de 73 años. Mi primera reacción fue, recordar con entusiasmo su legado y aquel mes de diciembre viendo las fotos de grandes dimensiones en la Gran Via madrileña que el director de aquella película me dio un empujoncito para apreciar y admirar el septimo arte. Él, se fue, pero queda su herencia... Sus películas.

En cada una de ellas, veremos su toque personal y diremos ahí, está el toque especial y magistral de Sydney. Gracias, Mister Pollack.