miércoles, 21 de enero de 2009

VALENCIANOS ILUSTRES

Soy valenciano de pura cepa, aunque con un pequeño toque de la ciudad holandesa de Schiedam cerca de Rotterdamm, me siento valenciano y español cien por cien y a mi madre le doy las gracias por haberme parido valenciano.
Pero la indiferencia ó el mensifo en valenciano que llevamos por nuestras venas, no lo soporto. Es más, lo odio.

Muchos valencianos por su habilidad, inteligencia, su sabiduria y su destreza para el oficio que desempeñan son reconocidos en todo el mundo. Ellos que tienen al alcance ese Don, contaminan el mundo por su valenciania y presumen de la tierra que les vio nacer.
En el Antiguo Reino de Valencia, actual Comunidad Valenciana, por obra y gracia del mayor transfuga que ha tenido la politica española... Francisco ¡ hala, otro Paco ! Fernandez Ordoñez; le cambio el nombre.
Como decía, que me pierdo. Nos traén si cuidado los valencianos que valencianizan el mundo mundial. No el pueblo que estan orgullosos de ellos, pero si los que rigen el destino de nuestra tierra, da igual del partido politico que sea.
El último día del 2.008, mientras estoy desayunando, leo una columna sobre uno de los compositores mas reconocidos mundialmente como es Don Joaquín Rodrigo; ilustre compositor nacido en Sagunto, a unos treinta y dos km., aproximadamente de la capital, que desaparecio en julio de 1.999, donde dejo un legado que es reconocido en todo el mundo.
Su obra mas conocida es El Concierto de Aranjuez, que para un servidor es la pieza de musica clasica mas bonita, en todas sus versiones ha excepción de la versión de la cantante griega Nana Mouskori. Un pequeña recomendación muy particular mia es la versión a guitarra española.
Este gran compositor va a ser homenajeado preparando conciertos en las principales capitales europeas como Madrid, Barcelona, Turín, Viena; por decir algunas. Pero, en su tierra las instituciones, lo tienen abandonado y no tienen nada preparado.
No entiendo a Rita y no es Rita La Cantaora, sino Barberá. Si fuera Cantaora, Valencia no tendría problema de agua. Estaría lloviendo todo el día. Luego tenemos a Frances y no es que sea frances, sino es su nombre en valenciano... Francisco. ¡ Hala !, otro paquillo más, se multiplican como las moscas.
Estos dos politicos ó su administración tanto monta, monta tanto no se han acordado de él. Se me ocurrio escribir sobre este lamentable olvido y publicarlo en mi blog. Pero mea culpa entre una cosa y otra iban pasando los días.
Hoy día 16 de enero, leo un articulo de Carlos Aimeur, que Cultura del gobierno valenciano ha sacado del olvido a otro valenciano ilustre del siglo XIX. El arquitecto Rafael Guastavino Moreno que nacio en Valencia en 1.842 y murio en Baltimore en 1.908. Tengo que reconocer que nunca había oido hablar de él; pero puñetas si conocia su obra e imagino que ustedes también.
Inventor del Gustavino System que hasta ese momento se conocía como la bóveda de ladrillo vista, tradicional de la arquitectura de las regiones valencianas y catalanas. Desde 1.881 residío en Nueva York donde se hizo famoso gracias al sistema para revestir grandes vueltas con azulejos y capas de mortero.
Su legado puede verse en edificios emblemáticos de varias ciudades norteamericanas. En Boston podemos encontrar la biblioteca pública. En Nueva York dejó su huella en iconos arquitectónicas como la estación Grand Central, el Carnegie Hall, el Museo Americano de Historia Natural en Central Park West, la catedral de Saint John the Divine o la iglesia de St. Bartolomew en la Quinta Avenida. En la capital, Washington DC, construyó el Museo Nacional de Historia Natural o el edificio de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Todas las imagines de este gran arquitecto estarán expuestas en el Centro del Carmen hasta los primeros días de la semana grande fallera. Menos mal que con este ilustre valenciano se ha reparado el ingrato olvido.
Esperemos que con otros grandes valencianos como el caso del compositor que antes mencioné, no los dejen fuera de juego.
A lo largo de la historia estos ilustres valencianos han sido menospreciados por su tierra. No por el pueblo; pero sí, por sus dirigentes.
Ahí tenemos a San Vicente Ferrer, Patrón de la ciudad. En vida lo paso tan mal que cuando se fue dijo mientras golpeaba sus espardeñas... No quiero ni el polvo de Valencia.
Otro ilustre, como lo fue el Pintor Joaquín Sorolla, dejo en su testamento, que sus obras podían ser expuesta en cualquier museo del mundo menos en Valencia.
Y, así nos va en todo. Tenemos un siglo de oro y no lo sabemos apreciar, ni sabemos venderlo y exportarlo al resto de España y del mundo. Eso si, lo que se nos da muy bien es hacernos la victima.
A veces mi tierra por culpa de las personas que lo rigen, solemos infravalorarnos. Es nuestro gran defecto, lo llevamos en la sangre.
No saber cuidar de nuestros valencianos, nuestra cultura, nuestra gramatica; en una palabra. Nuestra tierra, nuestra raices.

1 comentario:

Loles dijo...

Bonito homenaje...Muy ilustrativo.