martes, 11 de noviembre de 2008

EL BUFÓN

Eran las dos y diez de la mañana, del 27 de octubre. Estaba yo enfrascado con las peripecias del Secretario de Felipe II, cuando levanto la vista, pues oía el motor de un coche que parecía que se acercaba.
Pienso que es un vecino; pero nada más lejos de la realidad. Era una de LAS EMINENCIAS; concretamente... El bufón. Noté que iba ha venir una tempestad. Acusemé yo, que tampoco me iba a callar, error por mi parte.
La conversación fue la siguiente, después de los saludos por compromiso:
- ¿ tú no me dijistes que no te habías ofrecido a comprar material ?. Me ha dicho una vecina que te has ofrecido tú ha comprarlo. Me acusó.
- Y, es verdad yo no me he ofrecido. Yo sólo tengo que hacer una lista del material que falta; y los compañeros sí ven algo que no funciona, me lo tenían que decir y escribirlo en la lista, para después dársela a la persona responsable que será la que nos proporcione el material. Es más tú cogistes algo que no te pertenecía, pues esa lista no era para que la cogieras. Y, te digo más, dijistes que a Juan, ninguna nota, hay que dejarlo aparte. Le respondí.
- ¿ Eso quién te lo ha dicho ?. A lo que le respondi...
- La misma vecina que te ha dicho que yo me ofrecí a comprar el material eléctrico. Sabes aquí, el trabajo va como una seda cuando trabajamos los tres. Cuando llega alguno de vosotros, lo poneis todo patas p'rriba el complejo.
- Pues Nuría, me ha dicho que le ha dicho el Sr. José, que todo lo que haga faltar se te diga a ti. Así qué; mira, ten cuidadito, que se por donde andas, que tienes mote en la empresa. Me volvio acusar y con un comportamiento amenazador y no acorde a su puesto.
- Lo que la empresa, me diga a mis espaldas en ese sentido, por un oído me entra y por el otro me sale. Tú también tienes un mote. Y; veo qué, ni tienes personalidad que haces todo lo que Antonio dice; claro que él, hace lo mismo que tú. Que vais al dictado de Alvaro. Que por cierto, una persona que comete delitos como es la falsificación de firmas.
- ¡ uy !, menudo delito, todos cometemos delitos. - hablaras por ti, porque yo no he falsificado ninguna firma, ni empujado a nadie a que lo hiciera. - ¡ que te pasa, que estás nervioso !.
- ¿ Yo nervioso ?. Sí eres tú el que tartamudeas.- y no voy hablar más, punto pelota. Le conteste y terminando esta conversación que más bien la ví absurda.

Él, seguía con sus provocaciones, pero yo no volví hablar. El me provocaba con que sabía por donde me movía, que me andará con cuidado. Que los compañeros estaban todo el rato denunciandome, que les usurpaba su trabajo. Y que era un vago. Anda abreme, que sólo sirves para eso. Yo, le señale el interrumptor de apertura para que abriera él. Le firmó su parte de revisión y se va con una cara de amargado y bastante nervioso.

Parece que le afecto lo del mote. Su sonrisa cuando se marchaba, era una sonrisa que solemos poner, cuando lo que nos han dicho, nos hace daño. Una sonrisa que intentamos disimular el dolor que nos lo causó, pero no logramos disimularlo. Sí tuviera personalidad propia y no haría siempre lo que Antonio le dice... Seguro que sí el Pendón Antonio le dice que un burro vuela, el se lo cree y se convence que es verdad. Por algo le pusieron el apodo de... EL BUFÓN.

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