lunes, 26 de diciembre de 2011

TAL COMO SON : 18 AÑOS DESPUÉS

Llegaba Teodosio a la Plaza del Mare de Deu de Balenza. Ya había bajado del bus y por la calle de los caramelos estaba un coro de unas 25 personas cantando villacincos. Él, se pasaba viendo y como sí fuera la película Volver a empezar empezó a recordar como sería Ariadna hoy mientras oía de fondo esos villacincos que estaban saliendo a tres de metros de donde estaba y a su vez frente a las Cortes Valencianas.


Siguió avanzando por la calle y cuando entraba en la plaza hizo una visión panorámica y posteriormente miro la hora en el móvil. Son las 18:50 h., y como siempre que hace cuando cruza está plaza, entra en la Basílica del Mare de Deu. Cinco minutos más tarde sale y sigue sin ver Ariadna.

Volvió acercarse a los coros para oír y deleitarse con los cánticos navideños. Vuelve a mirar el reloj del nokia y vio que eran las 19:05 h., siguió oyendo al coro mientras divisaba por la plaza a ver sí la veía. Se acercó al centro dio una vuelta a la fuente donde representa las falleras que hay, a las acequias que rodean la huerta valenciana.


Cuando se acercó al coro, no sabe porque pero se dio la vuelta. Y, la vio de espaldas, la reconoció enseguida y aceleró el pasó. Ella parecía que buscaba algo en el bolso y cuando estaba a un metro de; Ariadna se giro y se encontraron después de 18 años. Se saludaron con un par de besos. Su mirará aún en la tarde-noche volvió a brillar.... Vamos a comer una ensaladilla rusa o unas patatas bravas ahí en la cafetería que hay ahí - dijo Teodosio mientras señalaba la calle de los caramelos. Ahora no me apetece comer nada, lo devolvería todo- le contestó ella.


Sin saberlo Teo, que era una estrategia de ella para poder fumar. Pero esto se dio cuenta más tarde que luego saldría.

Desaparecieron de la plaza y entraron en la calle caballeros mientras empezaban a ponerse al día. Él, no le quitaba ojo a la cabeza de ella, parecía más alta, -cosas del peinado de estos tiempos- mientras paseaban le explicaba algo de su barrio. ¿ Porque se llama calle caballeros ?.


Entraron a la calle Mendoza donde le explicaba donde estaba ubicado un taller de un pintor; hoy, un restaurante italiano. Le indicó donde vivía sus tíos paternos. La calle hacia una L y le indicó que le gustaba mucho jugar por esas callejuelas en aquellos finales 60 y principio de 70. Parecía una escena de El Padrino cuando Michael Corleone le enseñaba a Kay donde vivían de pequeño su padrino y familia.

Entraron en la plaza de Negrito y le indicó el significado de la fuente. sólo Ariadna decía... Qué soy valenciana y vivo en Balenza pareces mi hermano que nos explicaba todo. Como sí no fuéramos de aquí- sentenció mientras reían los dos. Teo sólo hacia que reírse ante las protestas de su amiga.


Aunque reconoció que no sabía lo de la fuente de la plaza negrito. Se metieron en el corazón del Carmen y pasaron bajo el Portalet. Le volvió a explicar la historia de este portal. Le señaló donde vivía El Gitano -el mejor amigo de El Pelailla, el padrino de Teo-. Frente a la vivienda del Gitano había una placa que indicaba la primera imprenta que hubo en España.

Ella, tampoco sabía esta reseña. Pasaron por la calle baja y se acordaba que ahí estaba la Falla de su chico de entonces. Cruzaron la Plaza San Jaime y se sentaron en la misma terraza de La Bolsería que 18 años antes estuvieron tomando unas copas mientras llegaba, Sisebuto -hermano de Ariadna - pidieron un cortado y un bombón.


Durante las tres horas siguientes recordaron, se emocionaron, se abrazaron con un sentimiento real y sincero. Empezó a sonar la mensajería de Ariadna. Era Galía que le preguntaba como iba el re-encuentro.


Ariadna, volvió a emocionarse... Es que me han vuelto los recuerdos- dijo entre lágrimas en los ojos ¿ Buenos o malos ? Le pregunto bromeando no porqué no lo sintiera que lo sentía y mucho. Y, sabía que lo que recordaba era unos bellos recuerdos. Pero era más fuerte para él ver a Ariadna con lágrimas.


Con señales le dijo que le diera recuerdos a la vez que pedía dos dedos de whisky. Teodosio no sabía sí pedir lo de siempre -malibú con naranja- o lo mismo que su acompañante.

Al final prefirió lo primero. En una de las veces que se abrazaron, ella le preguntó... sigues utilizando la misma colonia. Ariadna volvió a coger el móvil ante una sms y estuvo hablando con la pequeña de sus hijas... Rómula.

Veía su cara conforme hablaba con su hija. Ariadna se levanto y se abrazo a Teo diciéndole... Me he alegrado mucho volver a verte mientras había miradas de complicidad, enseguida le dijo que iba dentro a por tabaco.

Comprendió porque no quería entrar en la cafetería del principio. Teo pasaba frío; no, mucho frío, sí. Estaban a -25º pero Ariadna quería fumar y dentro de las cafeterías y pafetos estaba prohibido. Ni que decir tiene que aparecieron varios jóvenes ofreciendo rosas pero ella le decía que no comprara.

Vio que eran las 23:15 h. Y se marcharon. Y, sin darse cuenta iban paseando por bolsería y en dirección al Mercado Central cogidos de la mano. Ella, -cono en antaño- le protestaba... Quieres ir por la cera que vamos por mitad de la calle- entre risas y bromas y estaban en el Mercado Central y Teodosio le explicaba y le ubicaba donde se ponía su abuela paterna alrededor de dicho Mercado a vender zambonbás, matasuegras y todo lo referente a la Navidad. Cuando Teo tenía los años que ahora tenía los nietos de Ariadna.

Sin saber porque volvieron las miradas de complicidad. Y cogidos de la mano -le indicaron en la misma avenida María Cristina- una pregunta de una pareja que pararon con el coche para preguntarle por la Calle la Paz. Aunque estaba a 5 minutos andando, yendo con el coche, les pillaba un poco difícil pues les pillaba en contra dirección.

Ella no quería que Teo le acompañara a casa y le acompañó a la parada de taxis que hay frente al ateneo de la plaza Ayuntamiento.

Se abrazaron y se despidieron. Quedaron en que la llamaría el 31 de diciembre para felicitarla. Ella entre sonrisas le soltó... apagaré el móvil.

Y, después de fiestas se emplazaron para volver a pasar una tarde perfecta como ese domingo 18 de diciembre que termina y que fue el primero de 18 años después.

Él, espero hasta las 00:00 h al Nocturno 2 y se desvaneció en el bus con dirección a Torrefiel. Acababa de ser atracado por un camarero en el restaurante del ateneo. Entró a comprar pan para cenar y por dos panecillos –casi más pequeños que los panecillos de los pepitos- diminutos le pidieron 1,50 €.

NOTAS DEL AUTOR :

- El autor de este blogger no se hace responsables de las situaciones y escenas de la pareja protagonista. Esto sólo le incumbe a ellos y sólo a ellos. El autor sólo se ha dedicado a plasmar en palabras lo que le contó un de los protagonistas del reparto sobre la pareja en cuestión.
- Ellos ya se conocían y eso lo tienen ya ganado, así como han reforzado esa amistad que tenían paralizada y guardada en el baúl de los recuerdos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

esa historia me es familiar... :p

un saludo!